10º Aniversario del Desastre del Prestige

Protesta contra el vertido en 2003El 13 de noviembre del año 2002, a las 15 horas 15 minutos (hora peninsular), un petrolero monocasco cargado con 77.000 toneladas de fueloil residual pesado lanzaba un 'Mayday' debido a la rotura de su estructura. En ese momento, se encontraba a 28 millas de la costa de Finisterre (A Coruña) y el nombre del buque 'Prestige' no significaba nada para la inmensa mayoría de los españoles. Tres días después, el 16 de noviembre, casi 200 kilómetros de la Costa da Morte amanecieron cubiertos por el primer baño de chapapote. Poco después, el 'Prestige' ya pertenecía al imaginario popular de todo el país.

Ya han pasado 10 años desde lo que se convirtió en una de las mayores catástrofes ambientales ocurridas en España. Afectó a 2.600 kilómetros de costa y tuvo un coste económico que rondó los 4.000 millones de euros. En las costas de Galicia las heridas parecen cerradas. El mar todo lo limpia, o al menos, lo oculta a la vista. Sin embargo, aquella marea negra tiñó para siempre el recuerdo de miles de habitantes de una de las costas más salvajes y mejor conservadas de Europa.

Voluntarios desplazados de toda España, durante las tareas de limpieza en la playa del parque natural de Corrubedo, en Ribeira«Llegaban los pescadores con chapapote hasta en la boca»
, recuerda un pescador de la ría de Vigo. Nadie olvida la desesperación que sufrían al ver cómo el petróleo manchaba de nuevo las playas y costas que habían sido limpiadas el día anterior. Tampoco salen del recuerdo los miles de voluntarios que acudieron desde todas partes para ayudar en lugares que ni siquiera conocían antes del desastre ecológico. El sentimiento de gratitud y las lágrimas de emoción incontrolable salen enseguida en las conversaciones de bar o en cuanto se pregunta a alquien que pasea junto a una playa cualquiera.

Pescadores y mariscadores trabajan con normalidad en noviembre de 2012
Los daños provocados sobre los organismos marinos fueron enormes. «Durante los años 2002 y 2003, todos los ecosistemas marinos se vieron afectados, aunque quizá el que más daños sufrió a la larga fue el ecosistema costero intermareal», reconoce Victoriano Urgorri, director de la Estación de Biología Marina de El Ferrol y uno de los miembros del Comité Científico Asesor que se creó tras el accidente. «Tuvo un efecto letal, no sólo sobre las aves que salieron en multitud de imágenes en la prensa y la televisión, sino en todos los organismos que entraron en contacto con el fuel. Cualquier animal al que alcanzaba el chapapote moría, pero también afectó a la reproducción de muchas especies», explica.

Sin embargo, el hecho de que la costa gallega sea tan batida ayudó a reducir los daños a largo plazo, que persistieron menos tiempo que en otros vertidos de crudo, como el del 'Exxon Valdez' en Alaska, por ejemplo. Los propios expertos del Comité Científico Asesor aseguran que a partir del quinto o sexto año no quedó ningún efecto sobre los ecosistemas marinos. «Efectos crónicos no quedaron. Se podría decir que el efecto del 'Prestige' ha desaparecido de la costa en un 99%», asegura Urgorri.

Pero las consecuencias de la exposición al chapapote sobre la salud humana apenas han sido estudiadas. Ni la administración ni el sistema de salud pública se han ocupado nunca de hacer un seguimiento a los habitantes de las poblaciones locales que sufrieron el vertido. Ni uno solo de las decenas de miles de voluntarios que limpiaron con sus propias manos el chapapote, y cuyo olor nunca podrán olvidar, ha recibido jamás la oferta de un chequeo en su centro de salud para comprobar que su salud no se vio comprometida.

Pescadores y mariscadores trabajan con normalidad en noviembre de 2012
Sólo unos pocos estudios dejan claro que aquel fueloil pesado supuso una amenaza para quienes lo sufrieron en sus propias carnes. La investigadora de la Universidad de A Coruña Blanca Laffon es uno de los pocos científicos que se ha atrevido con este peliagudo ángulo del accidente del 'Prestige'. Según sus conclusiones, la gente que estuvo expuesta al vertido tóxico sufrió cambios (mutaciones) en su ADN que podrían suponer un riesgo para su salud. Como en casi todas las exposiciones a amenazas ambientales, el paso del tiempo es un factor determinante para conocer los daños. Por ese motivo los últimos resultados están aún por publicarse. Pero, según ella misma ha explicado, las alteraciones genéticas podrían aumentar la probabilidad de padecer cáncer de una forma parecida a la que produce la contaminación del aire en las ciudades o fumar tabaco.

«Cuando todo parece que no puede ser más negro, surge lo mejor del ser humano», dice Xosé Sánchez, presidente de la plataforma Nunca Máis. Y casi todo el mundo en estas costas coincide con su veredicto, aunque el de la Justicia se esté haciendo esperar. Del 'Prestige' quedaron dos aspectos muy positivos. Uno fue la obligación para los barcos que crucen las aguas territoriales españolas de tener doble casco —al contrario que el 'Prestige', que sólo contaba con la protección de uno—. Pero también supuso un éxito rotundo de la sociedad civil ante la pasividad de las administraciones. En tiempos en los que se había bautizado a la juventud como la Generación del Botellón, el 'Prestige' se hundió frente a las costas de Finisterre dejando tras de sí un movimiento ciudadano de una solidaridad sin precedentes en la sociedad española.

Fuente: El Mundo

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